
Amanda Palmer/Kickstarter
Tradicionalmente, un emprendedor intentaba conseguir financiamiento para su proyecto a través de créditos o microcréditos bancarios, socios capitalistas privados, entidades financieras, ayuda del Estado, etc. Hoy en día las alternativas son mucho más amplias. Iniciativas como Kickstarter hacen del financiamiento en grupo o crowdfunding mucho más fácil, logrando que cientos de emprendedores obtengan miles de dólares en poco tiempo.
Kickstarter es una página web fundada hace tres años donde los emprendedores muestran sus ideas ante el público general con la finalidad de obtener el capital necesario para materializar su propuesta. Allí se presentan todo tipo de ideas, que van desde hacer películas, música, libros, diseño, artes gráficas y videojuegos hasta cocina, por sólo nombrar algunas de las más comunes.
El modelo es bastante sencillo: se presenta una idea con sus respectivas características y el monto necesario para realizar el proyecto. Luego el público ofrece su colaboración, y si la propuesta obtiene el apoyo necesario antes que finalice el lapso de tiempo estipulado, el creador recibe el dinero. Generalmente el público recibe una participación en el proyecto o el producto finalizado. Además, los creadores son dueños de su empresa 100%, eso significa que no tienen que ceder parte de su empresa a los capitalistas.
Hasta la fecha, Kickstarter ha recaudado más de $ 200 millones para 20.000 proyectos, o alrededor del 44 por ciento de aquellos que buscaron financiación en el sitio. Los casos exitosos abundan. Por ejemplo, Eric Migicovsky, ingeniero recién graduado, presentó una línea de relojes de pulsera que mostraban la información de un teléfono iPhone. El reloj se llamó Pebble, y por $ 99, los partidarios obtendrían uno a cambio. Migicovsky necesitaba $100 mil para materializar su idea, y hasta la fecha tiene más de $ 8.5 millones y aún le quedan 14 días para la fecha de cierre.
También está el caso de la músico y artista Amanda Palmer, que en menos de una semana colectó $490.000 para un grabar un disco; el video juego Double Fine Adventure, que obtuvo más de $ 3 millones, o el Elevation Dock: The Best Dock For iPhone, que logró más de $ 1.5 millones.
Kickstarter no es el único en el sector del crowfunding, también están Crowdtilt, Zokos y Gambitious, por ejemplo. Cada una se dedica a un área específica: viajes, comida y videojuegos.
Pero el crowdfunding tiene sus críticos. Por ejemplo, algunos ponen en duda la idea de dejar de lado las rutas tradicionales para la construcción de un negocio. Dicen que la gente joven, sin experiencia en negocios necesita asesores, mentores y una red de apoyo que les ayude a lidiar con los problemas que pueden surgir.
Lo cierto es que el crowdfunding está tomando vuelo, y los hispanohablantes debemos tomar en cuenta este tipo de iniciativas para impulsar la creatividad, desarrollo y economía en nuestras sociedades.
Por Roger Espinoza
*Con información del NYT
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