Tener una buena autoestima es vital para nuestra vida diaria. Nos da el impulso para alcanzar metas, nos motiva e incluso nos ayuda a ser más felices y conformes con nosotros mismos.
Pero, ¿cómo aumentar nuestra autoestima sin convertirnos en un monstruo?
¿Qué es la autoestima?
Básicamente, autoestima es como nos sentimos con nosotros mismos, con quienes somos: es la imagen que tenemos de nuestra persona en general. Aunque es constante, puede verse afectada por el desempeño de nuestras actividades y relaciones.
Algunos expertos hablan de la autoestima situacional, esa que está basada en nuestros roles diarios. Por ejemplo, cómo nos evaluamos en el trabajo o colegio y cómo nos sentimos en nuestra intimidad.
Lo cierto es que la autoestima es un proceso que se va moldeando en transcurso de nuestras vidas. No es algo hereditario.
Las experiencias de la niñez son un punto de partida para formar la imagen que tenemos de nosotros y del mundo en general: Lo que sentimos, vemos y oímos en nuestra familia y colegio tienen una influencia profunda en la manera como nos evaluamos.
La baja autoestima
La baja autoestima es la evaluación negativa de nuestra persona. Es cuando piensas que no eres lo suficientemente bueno, o que tus opiniones e ideas no valen.
Esa actitud puede afectar seriamente tu desempeño y relaciones personales, porque te puede deprimir, molestar o hacer reaccionar a la defensiva, incluso de manera agresiva.
Subir la baja autoestima no es un proceso fácil, porque la imagen que tenemos del entorno está parcializada por nuestras creencias. Por lo tanto, debemos enfrentar los miedos y estar dispuestos a aprender de las experiencias.
Cómo subirla
Al evaluar nuestras experiencias desde el ángulo de aprendizaje, tenemos que estar dispuestos a abandonar todo aquello que distorsiona la imagen que tenemos de nosotros, por ejemplo, si tienes algún vicio o adicción, es primordial que combatas ese mal.
Haz a un lado los prejuicios
Cuando pienses sobre tus experiencias, debes tomar en cuenta todos los hechos. Analiza las cosas desde distintos puntos de vista y descubrirás que no todo es blanco o negro.
Evita pensar sobre ti de manera negativa y busca el lado positivo a lo que eres, tus talentos y tu verdadero potencial. Seguro que encontrarás muchas cosas buenas.
Haz a un lado a las personas abusivas. Si hay alguien que te hace sentir mal contigo mismo, o que activa pensamientos negativos sobre ti. ¡Aléjate!
No tomes todo personal. Las personas no están tramando herirte ni hacerte quedar mal los 365 días del año. Cuando tengas este tipo de pensamiento, detente y recuerda que no todo se trata de ti.
Practica la tolerancia. Las personas tienen distintas opiniones, el que no estén de acuerdo con tu punto de vista, no significa que no te respeten o te valoren. Si eres tolerante verás que las cosas serán más llevaderas.
Potencia tu actitud
Da gracias por lo que tienes y tus logros, por pequeños que sean. Agradecer es un ingrediente principal para ser feliz, porque te ayuda a analizar tus logros, esfuerzos y además te une más con aquellos que han compartido la experiencia contigo.
Descubre tus talentos y desarróllalos: Todos somos buenos para algo. Si ya sabes cuál es tu talento ¡mejóralo! y si aún no sabes cuál es, hay tests que te ayudarán a descubrirlo.
Mejora tu lenguaje corporal. Cuando nos sentimos inseguros, nos ponemos a la defensiva. Fíjate cuando cruces los brazos y las piernas. Piensa qué es lo que te hace sentir así e intenta cambiar de postura.
Colocar las manos en la cintura te puede dar un aliciente para que te sientas en control. La actitud de superhéroe es efectiva para aumentar nuestra confianza.
Levanta los brazos como un campeón. Parece increíble, pero subir los brazos en señal de victoria es estimulante.
Cambia tu postura. Evita hundirte en el asiento de tu silla, a menos que estés en tu casa viendo esa peli que tanto querías.
Camina con dignidad. Nada de caminar viendo hacia el pavimento y evitando las miradas de las personas. La barbilla debe estar en alto, como tu autoestima.
Incrementa las relaciones interpersonales. Hacer nuevas amistades y conocer gente nos ayuda a mejorar nuestra valoración e incluso nos deja un aprendizaje. Dile sí a las relaciones.
Mejora tu estilo de vida
La salud es importante: comer sano y realizar una rutina de ejercicios te ayudará a sentirte bien. No sólo desde el punto de vista estético, sino que tu cuerpo te lo agradecerá. Caminar, trotar, hacer Tai-Chi o Yoga son altamente recomendados.
Aprende nuevas habilidades: Tal vez hay alguna actividad que siempre has querido realizar o aprender. Hazla, aparte de que es terapéutico, te brindará nuevas herramientas y confianza. Puedes experimentar con diversas opciones.
Mejora tus horas de sueño. Dormir y levantarse temprano es vital. Verás que te despiertas con mejor actitud, además que el día te rendirá para que puedas realizar esas actividades que tanto necesitas.
Ordena tu vida. Hacer tu cama al despertar, mantener tu casa y espacio de trabajo ordenado te dará la sensación de que tienes el control de tu vida. Además que el orden y la disciplina ayudan a mantener la mente clara y enfocada.
Las redes sociales no miden tu valor como persona. Tener cientos de seguidores dando clic a “Me Gusta” no indican tu valor como persona. Deja que las estrellas de Facebook, Twitter e Instagram brillen con su propia luz. Es mejor que cultives tus relaciones con tu familia y verdaderos amigos.
Hay casos documentados de personas que sufren de ansiedad debido a las redes sociales, porque viven con el deseo de incrementar el número de seguidores.
Recuerda, todos tratan de mostrar su mejor ángulo en la Web. No creas que la vida de los demás es mejor que la tuya, es una ilusión.
Contribuye con los más necesitados. Apoya a Organizaciones No Gubernamentales, individuos o fundaciones que luchan por una buena causa. Puedes contribuir con dinero o participando activamente para la obtención de fondos y creando conciencia. Verás que tu vida vale y que haces la diferencia en el mundo.